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lunes, 7 de diciembre de 2015

¿Locura? Transitoria, por favor.

Me limito a esperar en el camino,
A resguardarme si me truena bajo un pino.
Y si se pone a llover dejo entrar al amanecer.

No quiero más plegarias de si bien o mal.
Empieza a importunar 
cualquier comentario,
Las fechas del calendario y 
escribir aquel diario.

El pasado está olvidado; 
sin vivir en el presente
Te metiste en el futuro y ¿para ti?,
Para ti ya es demasiado.

Si entiendo porque entiendo y sino
porque tiendo a ponerlo todo del revés,
Menudo estrés,
Que ya ni tu me crees cuando lo digo.
Por momentos, me retiro y
Empiezo con mis cuentos, 
sabiendo que hoy es más tarde 
que ayer, así que, 
empieza a recoger.
Pues mañana rozamos despedidas.
Y te diré quédate, de puntillas.

Si pidas lo que pidas tendrás, 
normal que me dejes atrás,
Que todo esté demás.
Subir al infinito no tiene sentido 
si vienes detrás.

Vete por donde has venido.
O estás al lado o me escapo y 
 por la puerta de atrás derrapo,
Ya que jamás la han cerrado.
Y del candado me he olvidado.

Encontré tu olor en un par de rincones,
Me acompaña subiendo escalones,
Lo guardo con la esperanza.
Esperando a que vuelvas,
Gritando a voz de mudo y 
moviéndome de nudo en nudo.
Buscando entre tu pelo 
el porqué de  estar sin estarlo.

De intentar robarlo.
De un sí disfrazado de no,
De un saco a rebosar de dudas que olvidar,
Que pesa tres veces nosotras y dura.
Lo llevas a espaldas y duele, 
a ti por sufrirlo y a mi por 
sufrir que tu lo sufras.

Tiene sentido colgar de un hilo 
para aprender, deshacer y
reconocer que todo 
es más sencillo y barato
Si lo pintas con tu luz, 
con tu miedo al miedo,
Con el tiempo que te ayuda y 
Que, a ratos, me maulla.

Espero al quizás, 
al “mañana será otro día” , 
al “¿qué pasará?”
Y lo que pasa es que 
todo es un día, 
que tú nunca te vas,
Que aunque quiera no puedo y 
aunque pueda ni me apetece,
Esto no escuece.

Ojalá me quieras libre,
como un libre poeta soñador,
O una leve ola del mar,
O el viento rugiendo porque 
La madre Tierra se desborda y 
no puede más.

Ayer Dios se bajó los calzones y
menudos nubarrones…